viernes, 2 de diciembre de 2011

EL CAMPAMENTO. UNA INYECCIÓN ECONÓMICA PARA FACINAS

La existencia de este Campamento, fue una importante inyección económica  para el pueblo de Facinas, ya que al estar destinado a la instrucción de reclutas, eran muchos los alimentos que se necesitaban. A pesar de que muchos de estos alimentos eran comprados por los militares en otros lugares, eran los transportistas de Facinas los encargados de suministrarlo a dicho acuartelamiento.

En los primeros años del Campamento, fueron muchos los vecinos de Facinas que sacaron algún dinerillo gracias a los militares, hubo algunos que en sus propias casas improvisaron comedores donde dar comidas, como potajes, puchero y patatas fritas con huevo. Algunos  montaron chozas en las cercanias del acuartelamiento para vender comida y bebida, a los que se les unía otros vecinos que llevaban su mercancia en carretillas o como podían, los cuales vendían desde vino hasta jabón y maquinillas de afeitar.

Por su puesto estaban las tiendas y los bares, que durante estas fechas hubo un buen numero ellos o el Casino, que era el lugar más frecuentado por los oficiales,  el Cine, que como anecdota hay que contar una vez que se originó una pelea en la había implicado un buen numero de legionarios, tal fué la pelea que echaron abajo un palco.

Juan Cuesta suministrando viveres al Campamento.

Puesto de venta frente al Campamento

Día libre en Facinas
 

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